Las profesiones tradicionales entraron en una crisis irreversible. Abogados que antes eran la panacea y ejemplo de prosperidad y éxito, hoy son un ejército de desesperanzados que fundan verdaderos sanandresitos del comercio de la Ley. 

 

¡Y qué decir de los médicos! Esa profesión tan históricamente apalancada por el gran Hipócrates y que por tanto tiempo sirvió para enriquecer familias enteras y crear dinastías completas, hoy son un lejano recuerdo.

 

La crisis de las profesiones es muy amplia. Ahí están los administradores a quienes las universidades educan con una piñata de conocimiento y al final ellos mismos jamás comprenden que es lo que saben hacer realmente y contadores e ingenieros de todo tipo que deambulan pasando hojas de vida y al no encontrar otra opción terminan como profesores de las universidades para que desgraciadamente el mediocre ciclo se repita.

 

Es por lo anterior que a cada minuto, abogados, médicos, profesores universitarios, ingenieros, contadores, economistas, e incluso empresarios tradicionales, altamente aburridos del difícil mundo que les tocó vivir y de los escasos resultados que sus profesiones o empresas les brindan, habiendo invertido muchos años de estudios en sus profesiones, que antes habían visto como lucrativas, las abandonan y nunca más regresan. ¿A dónde van? Están montando prósperas empresas en un modelo empresarial que apenas asoma y que se llama Network Marketing.

 

Es una tendencia industrial de bajo costo, con un potencial ilimitado de ingresos, empotrada en el comercio electrónico (alta tecnología) y que está empezando a brindar las mejores opciones para aquellas personas que no quieren morir sin cumplir sus sueños y metas familiares y personales.